Hay dos estancias de la casa que normalmente vienen con azulejos, una es la cocina y la otra el baño. Cuando la casa tiene muchos años y no se ha procedido a cambiar la decoración o se ha cansado uno de ver los azulejos blancos todos los días se puede dar un toque de color.
Antes de comenzar a pintar los azulejos, lo primero es limpiarlos a fondo, eliminando todo resto de grasa, polvo y/o suciedad, esta tarea se realiza fundamentalmente para que cuando se empiece a aplicar la pintura el azulejo lo absorba y no queden zonas blancas.
Realizada la tarea de limpiar los azulejos, se procede a tapar los muebles y objetos que no se puedan sacar fuera, para ello se utilizará un plástico para cubrirlo y cinta de carrocero, esta se usará para los bordes de las puertas, los embellecedores de la luz y el extremo del lavabo que está en contacto con la pared entre otras cosas.
Una vez realizadas estas dos actividades se procederá a dar una capa de disolvente, para que cuando se aplique la pintura está se adhiera mejor. Una opción a la hora de aplicar el color es hacerlo en todos los azulejos con el rodillo, pero si se quiere pintar unos azulejos sí y otros no, lo que se hace es delimitar la zona a aplicar la pintura con cinta de carrocero y después pintar los azulejos elegidos.
La pintura debe ser específica para azulejos, a la hora de adquirirlo se debe uno fijarse en el recipiente que viene especificado. Una vez aplicada se debe esperar 24 horas para que se seque completamente.